El día del accidente mi despertador sonó a las 5:30 de la mañana. Sabía que ese día iba a ser largo, pero no tanto. Mientras me lavaba la cara, para que se fueran las legañas y el sueño, no me podía ni imaginar lo que iba a tardar en volver a dormir…
A las 6:30 pasó a recogerme una minivan por la puerta de mi hostal, en pleno centro de Phnom Penh, la capital de Camboya. Y, tras unas paradas en otros hostales, nos llevó hasta la estación de autobuses. En ese autobús recorrí las pésimas carreteras camboyanas hasta la frontera con Tailandia, cosa que nos llevó la mitad del día.
Una vez allí, cruce de fronteras: esperas en interminables colas, más sellos en el pasaporte, rellenar papelajos…
Desde allí, subí al asiento de atrás de una minivan que, tras otras cuantas horas, nos llevaría hasta Bangkok. Al menos pude pillar ventana.
Y por fin, tras 14 horas de viaje, llegué a Bangkok a las 22:00 de la noche. Estaba tan cansado del viaje como contento por volver a estar en Tailandia. Pero esa alegría no duraría mucho…
Tenía tanto sueño que no quería entretenerme en nimiedades. Un sándwich sería cena suficiente. No quería perder más tiempo en irme a la cama. Última visita al baño y se acabaría el día. Ni siquiera iba a perder tiempo en sacar las chanclas para ir al baño. Los hongos eran un riesgo que estaba dispuesto a correr.
Listo. Tiro de la cadena. Solo quedan cinco metros para llegar hasta la cama. Y de pronto… resbalón.
Aquí tenéis al cómplice del accidente. Él y mi ausencia de sentido común en ese momento conspiraron juntos para llevarme a las urgencias del hospital, con una herida en el brazo de varios centímetros de largo y alguno de profundidad.
El taxi entra por la zona de las ambulancias, antes de terminar de ponerme de pie ya me están tumbando en una camilla, tres celadores hablando en tailandés me llevan por uno de los pasillos del hospital.
¿Miedo? Bueno, el típico miedo de aquel que sabe que se va a llevar unos cuantos pinchazos y que no le van a hacer cosquillas precisamente. Salvo eso, estaba bastante calmado. Antes de nada me tomaron el pulso y la tensión y ambos estaban perfectos.
Una joven y amable doctora, cuando le pido que me explique todo lo que va haciendo, me responde, con una sonrisa, que no me preocupe, que ella me explica todo lo que necesite y que no me va a doler.
Los médicos suelen mentir mucho con esa frase, pero la verdad es que no me dolió gran cosa. Creo que en eso ayudó la rapidez con la que me atendieron. Me lavó bien la herida y la zona de alrededor, me puso varios puntos de anestesia y, cuando comprobó que ya no sentía nada, se puso a coser.
Antes de que me diera cuenta ya tenía mi auténtico tatuaje tailandés vendado y todo.
Un poco de papeleo, fotocopia del pasaporte, rellenar una hoja para el historial, me dieron una tarjeta sanitaria y a pasar por caja: 2.000 bahts (como 50 €) por la atención, las medicinas (antibióticos e ibuprofeno) y la vacuna del tétanos. Una factura que pagará la empresa con la que tengo contratada mi seguro de asistencia en viajes.
El hospital al que fui es el “King Chulalongkorn Memorial Hospital” situado en Rama IV Road, cerca de la entrada principal de Lumphini Park. Es un hospital público con muy buena reputación en Tailandia.
Tuve una asistencia estupenda y rápida, el personal fue encantador y, por fin, a las 3:00 de la madrugada, llegué a esa ansiada cama.
Suerte que todo fuera rápido y bien! Ya nos enseñarás el tattoo!! 😉
Jajajaa ya está perfecto!! 😉
Enhorabuena por este blog!!
Es increíble el leer todo lo que escribes y llegar a transportarnos otra vez a Tailandia!!
Estamos en Granada y todo sigue genial por aquí, eso sí, añorando las aventuras que vivimos y que dan sentido a la vida!
Un beso de tus amigos granadinos!! Toni, Sofía, Carlos y Estela!! Por favor, no dejes de escribir. Este blog es un tesoro que debes completar y que pasaremos a todos los amigos que quieran viajar allí.
Hola chicos!!
No sabéis la ilusión que me ha hecho vuestro comentario!
Mis compañeros de viaje del primer día 🙂
Todo sigue genial, ahora estoy en Bali. Llevo el blog más desactualizado de lo que me gustaría, pero hay tantas cosas espectaculares por hacer aquí que no encuentro muchos momentos para sentarme a escribir… Podéis seguir la página de facebook también: https://m.facebook.com/unviajesinlimites
La página la voy actualizando más a menudo y voy colgando fotos y videos continuamente.
Me alegro de que todo siga genial por granada! Muchísimas gracias por el comentario.
Un abrazo enorme!