En un pequeño recuadro azul, en una esquina de mi guía de viajes de Australia, unas pocas lineas decían algo sobre avistamientos de tortugas marinas en la playa. Cuando investigué un poco más sobre el tema… me quedé con la boca abierta!
En el pequeño pueblo de Mon Repos, en la costa de Bundaberg está, ni más ni menos, que la zona de mayor concentración de nidos de tortugas de la costa este de Australia y, para el caso de la tortuga boba (Caretta caretta), la mayor de ¡¡todo el Hemisferio Sur!!
Todos los veranos, de noviembre a enero, montones de tortugas marinas vuelven, después de treinta años, a la misma playa dónde nacieron. Esperan a que se haga de noche, salen del agua, buscan un sitio en la arena y ponen los huevos.
Unas semanas más tarde, desde enero hasta finales de marzo, los huevos de tortuga eclosionan y miles de tortugas corren como locas hacia el mar.
Las tortugas marinas son uno de los animales más increíbles de nuestro planeta. Es espectacular verlas buceando, comiendo coral y nadando tranquilamente en libertad. Pero poder ser testigo de ese momento tan mágico, en el que comienza su vida. Una vida que les llevara a recorrer miles de kilómetros por todo el océano durante años y años es, simplemente, maravilloso.
¿Dónde y cómo?
Si andáis por la Costa Este de Australia de noviembre a marzo y queréis ser testigos de uno de los momentos más mágicos de la naturaleza, pasaros por el centro de información de Bundaberg (271 Bourbong St) dónde os informarán de todo y donde podréis reservar el “encuentro con tortugas”. También se puede reservar online a través de su web: www.bundabergregion.org/
Yo opté por ir al centro de información donde, además de reservar, nos contaron un montón de cosas!
Para el “turtle encounter” hay que estar a las 18:45 en el Mon Repos Tuttle Centre, aunque recomiendo ir antes. Vais pasando al centro y, en la entrada, os van dando unas pegatinas con un número (grupo 1, 2, 3…). Ese número es importante, lo mejor es conseguir estar en el grupo 1.
En el centro hay un montón de paneles informativos, fotos, esqueletos de tortuga y todo lo que quieras saber sobre la increíble vida de estos animales.
Después… como casi siempre que se quiere ver animales en su habitat natural toca esperar. Grupos de voluntarios y rangers del parque nacional recorren la playa buscando tortugas. Cuando encuentran, se lo comunican al centro por radio y el primer grupo (los del grupo 1) baja a la playa. Los demás se quedan esperando por ahí. Hay mesas, baños, un puesto donde venden algo de comida y, cada cierto tiempo, ponen videos en el anfiteatro y explican más cosas sobre las tortugas.
¿Qué saber antes de ir?
- No se permiten fotos prácticamente en ningún momento, ni ningún tipo de luz. Se camina en grupo, con cuidado y siguiendo al guía (que es el único que lleva una pequeña luz).
- No se puede estar solo por la playa y cada grupo va con un guía. Es decir, que si llueve, tienes ganas de irte o lo que sea, no puedes, salvo que sea estrictamente necesario y tengan que llamar a alguien para que venga a por ti o volver al centro el grupo entero.
- La meteorología puede cambiar en cualquier momento, así que es muy recomendarle llevar chubasquero. Si no, venden unos ponchos por 5 $ que, aunque sean malísimos, te pueden salvar de acabar empapado.
- Respetar al máximo las indicaciones de los rangers. Es una zona protegida y cuando menos impacto causemos en ella, mejor.
- En teoría es obligatorio reservar con anticipación (nosotros lo hicimos ese mismo día) aunque vi a algunas personas que no llevaban y lo pagaron allí, pero por si acaso… mejor reservar.
- Los precios son los siguientes:
– Adultos (+15): 12,40 $
– Niños: 6,45 $
– Familias: 29,75 $
Si eres estudiante y llevas el carné te hacen algo de descuento.
Mi experiencia
Ante todo hay que ser conscientes que no se está en un zoo, que estáis en un ambiente completamente natural, las tortugas que vais a ver son salvajes, que no hay nada preparado y que podéis ver cientos o podéis no ver ninguna.
Yo no tuve demasiada suerte, nos pusieron en el grupo 3 (cuando llegamos, a las 18:45 ya había mucha gente esperando), llovía y hacía un viento horrible y, con ese tiempo, si yo fuese tortuga, tampoco querría salir del cascarón!
Esperamos hasta más de las 23:00 de la noche, y finalmente, llamaron a los que aun estábamos esperando del grupo 3. Fuimos hasta un nido que ya había salido al mar y una ranger del Parque Nacional estaba recabando información y ayudando a salir a alguna que se había quedado rezagada.
Y en ese momento, en mitad de la noche, bajo una lluvia intensa y un viento que te volaba el chubasquero hacia todos lados, pudimos ver una preciosa tortuga recién nacida que cabía en la palma de una mano.
Nos la enseñó a todos, nos contó alguna cosa más de lo que yo no llegué a oír mucho y la dejó en el suelo. Desde dónde se fue caminando tan deprisa como podía con esas pequeñitas aletas, hasta que entró en el mar.
Y en ese momento, os aseguro que se os olvidan las horas de espera, la lluvia, el viento y todo lo demás y… solo podéis tener ojos para esa pequeña tortuga que, si tiene suerte, recorrerá medio mundo a través del océano, para volver, dentro de treinta años, a esa misma playa y poner un montón de huevos, como del que acaba de nacer.
Lindo relato. Tuve la oportunidad de ir hace un par de años y es una experiencia maravillosa!
A mi si me toco ver creo que al rededor de 80 tortugas saliendo y así como tu bien lo dices, como locas hacia el mar. Hicimos una linea a lado y lado para que pasaran por el centro de todos y eran como en una carrera a la que primero llegara.
Es hermosisimo el ver esas tortuguitas tan hermosas que asi, sin que nadie les diga para donde tienen que coger, salen derechito para el mar. Definitivamente la naturaleza es sorprendente!
Lastimosamente la mayoría de estas tortuguitas solo vivirán por un par de horas ya que los depredadores están ya esperandolas.
Al otro día yo solo pensaba en cuantas habrían sobrevivido, porque tan pequeñitas y en ese mar tan grande. ?
Gracias por hacerme recordar esta experiencia!
Un saludo.