Sus edificios de vanguardia son el sueño de cualquier arquitecto. A pesar de no tener mar, cuenta con el puerto más grande de Europa. Una ciudad llena de historia, sin tener casi ni un edificio anterior al siglo XX. Una población que ha sufrió de lleno la Segunda Guerra Mundial y que hoy se levanta como una de las ciudades más interesantes de Holanda. Aquí os voy a contar 20 cosas que ver y hacer en Rotterdam.

Índice
1. Hacer un Free Tour.
Rotterdam ha sido la sorpresa del viaje a Holanda, pero reconozco que nuestra percepción de la ciudad no hubiese sido la misma sin este Free Tour por Rotterdam. La guía fue espectacular y, aunque el tiempo no acompañó, ha sido uno de los mejores que hemos hecho. Por eso va directo al primer punto de la lista.
2. Estación Central de Rotterdam.
Seguramente será aquí donde llegarás y, nada más pisar la ciudad ya podrás ver su carta de presentación: la Estación Central de Rotterdam. Y vaya presentación, ¿No crees?

Si te fijas, no tiene escrito el nombre de la ciudad por ninguna parte. Eso es porque consideran que no hace falta. Igual que pasa con el Big Ben en Londres o la Torre Eiffel en París, nada más ver este edificio sabrás que estás en Rottedam.
3. El Ayuntamiento.
Este impresionante edificio, de 1914 y marcado estilo francés, es uno de los pocos que sobrevivieron al bombardeo. Además, los muros del Ayuntamiento de Rotterdam cuentan una de las historias más bonitas de la ciudad.

Cuando estaban a punto de liberar la ciudad, los últimos nazis se atrincheraron aquí. Así que al ejército canadiense no le quedó más remedio que disparar contra el edificio para hacerlos salir. Y lo consiguieron. El pueblo de Rotterdam, como muestra de su eterno agradecimiento, decidió dejar para siempre, clavados en sus muros, el impacto de las balas.
Hay otra historia que me parece aún más emotiva, pero la dejo para quien se anime a hacer el free tour
4. Oficina de Correos y Telégrafos.
Justo al lado del ayuntamiento está otro de sus edificios históricos. La Oficina de Correos y Telégrafos también quedó intacta. ¿Casualidad? No. Los nazis no quisieron bombardear el ayuntamiento porque querían los documentos que allí se guardaban y este edificio tuvo la suerte de estar justo al lado.
Ambos edificios son un reflejo de la belleza que esta ciudad llegó a tener ¿Os imagináis Ámsterdam y París en una misma ciudad? Parece imposible, pero así era Rotterdam.
5. Escultura de los supervivientes.
En Rotterdam hay muchísimas esculturas dedicadas a la Segunda Guerra Mundial, pero esta es una de las más emotivas. Se encuentra enfrente del ayuntamiento y está dedicada a los supervivientes. Representa a la población de Rotterdam como una familia. Una familia en la que todos están unidos y todos aportan algo. En la parte de abajo tiene grabado el lema de Rotterdam: “Más fuertes a través del sufrimiento”.
6. Laurenskerk o Iglesia de San Lorenzo.
Y si hablamos de supervivientes, tenemos que hablar de Laurence Kerk o Iglesia de San Lorenzo. Fue construida en 1525 y esto lo convierte en el edificio más antiguo de la ciudad.

Ha sobrevivido a incendios e inundaciones. A la reforma protestante y a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Incluso los propios habitantes han querido destruirla varias veces por no disponer del dinero para restaurarla. Y aquí sigue. No creo que haya un edificio que represente mejor el espíritu de Rotterdam.
Horario:
De martes a sábado: 10:00 – 17:00
Precio: 3€.
Web Oficial: laurenskerkrotterdam.nl/en/
7. Estatua de Erasmo.
Ese año estudiando en otro país, esas fiestas de película americana y esos intentos de ligar con tu inglés “nivel medio” se las debes a este hombrecillo de aquí: Erasmo de Rotterdam.
Ya en el siglo XVI este monje, filósofo y escritor comenzó una red de contactos entre universidades de distintos países. En un continente con guerras constantes, él ya pensaba que la educación tenía que estar por encima de todo eso.
8. Markthal.
Este moderno edificio, el Markthal, se construyó en 2014 y tiene un concepto muy interesante, hacer el pack completo de: Mercado, vivienda y obra de arte. ¿Cómo que viviendas? Así es, esas ventanas que se ven pertenecen a casas, todas ellas con vistas al mercado y algunas, con esas vistas en el suelo!
Dentro, un montón de puestos y restaurantes donde comer bajo un inmenso mural que representa la riqueza de la naturaleza.

Es difícil decidirse por uno de los edificios que tiene esta ciudad, pero su tuviese que elegir uno… Este es mi favorito!

Consejo: En un puesto de frutas compramos dos piezas de mangostán (una fruta asiática). Fueron carísimas, estaban malas y no nos las pudimos comer y, además, no pudieron ser más maleducados.
¿Y estando en un mercado, por qué no probar alguno de los platos típicos holandeses?
9. Probar un Haring.
¿Un qué? Bueno, un haring es como llaman a un ¡arenque crudo! Un pescado al que quitan las tripas, le ponen un poco de sal, lo cogen por la cola, y para dentro.
Para que no sea tan duro, también lo ponen en un bocadillo, con un poco de cebolla y pepinillo en vinagre (Sí, en serio). Compré uno y lo intenté, pero solo pude darle un bocado.

10. Stroopwafels.
Si lo del arenque crudo no es lo tuyo, te diré que en Holanda hay cosas mucho más ricas que probar, como las stropwafels, unas galletas con caramelo por dentro. Si las pones encima de un café calentito para que se derrita un poco, puedes comerte un paquete entero. En el mercado las vendían sueltas por 0.50€.

¡Y ya llevamos diez y todavía quedan las mejores cosas que ver en Rotterdam!
11. Alucina con la arquitectura de Rotterdam.
Si no te has dado cuenta al entrar al Markthal porque ibas cegado por el hambre, fíjate cuando salgas. La plaza están rodeada de edificios cada uno más original que el anterior. Además del propio mercado tienes el Edificio Lapiz (seguro que lo distingues rápido), la colorida Biblioteca Central de Ámsterdam o nuestro siguiente punto de la lista: Las Casas Cubo.

12. Duerme en una Casa Cubo.
Sin duda, lo más conocido de Rotterdam son las Casas Cubo. El arquitecto quiso jugar con la perspectiva, pensó en una casa tal y como la dibujábamos de niños y… la inclinó 45º. De esta forma tan originar construyó 38 casas que, si te interesan, ya puedes ir preparando, más o menos, medio millón de euros.

Una de las experiencias más auténticas que puedes vivir en Rotterdam es dormir en una de estas casas cubo ¿Cómo? Pues es que una de ellas en un hostal, se llama StayOkay y puedes reservarlo aquí.
Hay que reservarlo con tiempo, porque está muy solicitado. Pero si te quedas sin cama y quieres ver una de estas divertidas casas por dentro, solo tienes que pasarte por su Casa Museo.

Precio: 3 €
Horario: Todos los días de 11:00 a 17:00.
Web Oficial: www.kubuswoning.nl/en
13. Antiguo Puerto de Rotterdam.
Al lado de las Casas Cubo está el antiguo puerto de Rotterdam, en holandés: Oudehaven. Este pequeño embarcadero, de 1350 fue el origen de lo que hoy es el mayor puerto de Europa!
En la actualidad hay algunos barcos de época a modo de exhibición y la vista es una de las mejores que puedes ver en Rotterdam. Con el muelle, el Willemsbrug o Puente de Guillermo, inspirado en el Golden Gate de San Francisco y el edificio Witte Huis, que aunque solo tiene 43 metros de altura fue, en su tiempo, el rascacielos más alto de Europa.

14. Cruza el Puente de Erasmo.
Y hablando de puentes, no podemos dejar de mencionar el más bonito que tiene Róterdam y que, como no, han decidido ponerle el nombre de su habitante más famoso. Estoy hablando del Puente Erasmo. Se inauguró en 1996, tiene más de 800 metros de largo y le han apodado como «el cisne».

15. Recorre el Puerto de Rotterdam.
Situado junto a la desembocadura del río Mosa y el famoso río Rin, el puerto de Rotterdam es el más grande de Europa, y hasta hace unos años, lo fue de todo el mundo. Gran parte del comercio marítimo mundial para por aquí. La mejor forma de recorrerlo es mediante un crucero.
Salen desde al lado del puente de Erasmo. Allí están las oficinas de una empresa que se llama Spido, esta es su web oficial y venden tours de 75 minutos por 15,25€ pero si lo compras a través de este enlace, sale más barato.
Y si después del paseo en barco por el puerto te apetece seguir aprendiendo sobre la historia de esta ciudad, tan ligada al mar, puedes visitar su Museo Naval. La historia del puerto, un montón de objetos históricos y muchas exposiciones interactivas para que los más pequeños lo disfruten al máximo.
Horario:
Martes – sábado: de 10:00 – 17:00
Domingos: 11:00 – 17:00
Precio:
Adultos: 14€.
Niños (4 – 15 años): 10€.
Web oficial: maritiemmuseum.nl/en
17. Subir al mirador Euromast.
Y si después de tanto barco quieres ver Rotterdam desde otra perspectiva puedes subir al mirador de la torre Euromast. Con sus 96 metros de altura, tiene una de las vistas más impresionantes de la ciudad. Vistas de las que además puedes disfrutar mientras comes algo en su restaurante. Se puede reservar mesa a través de su web.
Horario:
Miércoles y jueves: 12:00 – 21:00
Viernes: 12:00 – 22:00
Sábado: 10:00 – 22:00
Domingo: 10:00 – 21:00
Lunes y martes: cerrado.
Precio: 10.50€
Web oficial: euromast.nl
18. Un paseo por Het Park.
Y si hace uno de esos días en los que el sol se digna a aparecer por los Países Bajos, justo al lado de la torre Euromast está uno de los parques mas bonitos de la ciudad: Het Park. Una zona estupenda para pasar, hacer un picnic o recorrer en bici. Tiene un par de lagos con forma de río, algunos sitios para comer y puestos donde comprar un helado. Y, si vas en primavera, te aconsejo que no lo pierdas.
19. Miniworld.
Otro lugar que apuntarse, sobre todo si viajas con niños a Rotterdam, es Miniworld, donde encontrarás toda la ciudad en miniatura. Maquetas con un montón de detalles, pequeños trenes eléctricos en movimiento y cambios en la iluminación para simular el día y la noche.
Está justo al lado de la Estación Central.
Horario:
Miércoles a viernes: 12:00 – 17:00
Sábados y domingos: 10:00 – 17:00
Precio:
Adultos: 12.95€
Niños (3 – 11 años): 9.25€
20. Haz alguna excursión.
Y para finalizar también puedes, usando Rotterdam como base, hacer otras visitas interesantes como:
La Haya
Capital administrativa del país y sede de varios organismos de enorme importancia, como el Tribunal Penal Internacional.
Delf
Una ciudad de cuento con canales mucho menos transitados que los de Ámsterdam, pero igual de bonitos.
Kinderdijk
Donde están algunos de los famosos molinos de viento que todo el mundo se imagina cuando piensa Holanda.
Y hasta aquí esta lista de 20 cosas que ver y hacer en Rotterdam. ¿Nada mal, no? Y teniendo en cuenta que se tarda poco más una hora en bus desde Ámsterdam, me parece una visita genial que incluir en un viaje por los Países Bajos.