A mediados del siglo XV los portugueses descubrían su tercera isla en el archipiélago de Azores y esta vez, no se complicaron la vida para elegir un nombre. La isla Terceira, a pesar de tener un tamaño similar a la Gomera y un perímetro de unos 90 km tiene mucho que ofrecer y aquí te voy a contar 15 cosas que ver y hacer en Terceira.

Índice
1. Angra do Heroísmo.
Empecemos por su capital, al sur de la isla, una de las ciudades con más encanto de Portugal. Angra do Heroísmo está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y no me extraña, sus casas coloniales, sus iglesias en tonos pastel y sus jardines hacen de ella una ciudad en la que merece la pena perderse.

Recorre la Rua de Sé, la principal calle del centro de la ciudad comenzando por la Plaza Velha, presidida por el ayuntamiento. El fervor religioso de las islas queda patente con templos como la Iglesia de Nosa Senhora da Conceiçao, la Catedral del Salvador o la la Iglesia de la Misericordia, que parece más el decorado de una película que una iglesia de las que estamos acostumbrados a ver.
Y para dar un paseo bajo la sombra de los árboles tampoco hay que irse muy lejos. Tienes el Jardín del Duque de Terceira, en el centro de la ciudad o el Monte do Brasil, del que te hablo más abajo.
Esta excursión para ver ballenas fue una de las que no podíamos dejar pasar. Somos conscientes que siempre que se trata de fauna salvaje dependemos de la suerte y, ese día, no nos trató nada mal.

El mar estuvo calmado y, aunque las ballenas se nos resistieron, ¡vimos cientos de delfines! Nos lo pasamos genial y la empresa nos gustó bastante, especialmente lo respetuosos que fueron con los animales. Lo cuento con todo detalle en: Avistamiento de ballenas y delfines en Azores.
Esta actividad se puede hacer también en otras islas, pero hay tanto que ver en Sao Miguel, que decidimos hacerla en Terceira.
3. Algar do Carvao.
Con 90 metros de profundidad, esta chimenea formada por un chorro de lava hace 3.200 años es una de las principales atracciones de la isla. En Algar do Carvao la luz entra por una enorme apertura llena de vegetación. Más abajo hay otra cavidad inmensa y en la parte inferior se forma un pequeño lago que en la actualidad está cerrado por las restricciones del Covid, aun así, esta fue la cueva que más nos gustó.

Es recomendable visitarla a primera hora, porque se llena enseguida. El aparcamiento es bastante grande y gratuito. Media hora es tiempo suficiente para esta visita y, además, se suele combinar con la siguiente cueva. En el siguiente punto os doy unos consejos válidos para las dos.
Precio: 8€ (12€ si compras también la de Gruta Natal)
Horario: 14:30 a 17:00
Web Oficial: montanheiros.com/algarCarvao/
4. Gruta do Natal.
Después de visitar la cueva anterior, podéis poner rumbo a Gruta do Natal, a 10 minutos en coche. Se trata de un tubo de unos 700 metros de largo por el que caminas, literalmente, sobre lava solidificada. En la entrada te dan un casco que os aseguro que nos resultó bastante útil.
Además cuenta con una tradición muy curiosa, hay un pequeño altar en el que todas las navidades se celebra una misa, de ahí viene su nombre. Aquí van algunos consejos para visitar las dos cuevas:
– Comprar la entrada conjunta: Se puede hacer en las dos cuevas.
– Llegar pronto: Nosotros fuimos a las 14:30 y ya había gente esperando.
– No llevar chanclas, porque el suelo resbala bastante.
– Llevar algo de abrigo, porque en ambas hacía bastante fresco, unos 12-14ºC.
Precio: 8€ (12€ si compras también la de Algar do Carvao)
Horario: 14:30 a 17:00
Web Oficial: montanheiros.com/gruta-do-natal/
5. Furnas de Enxofre.
Y para que veas que no toda la actividad volcánica es cosa del pasado, entre las dos cuevas están las Furnas de Enxofre. Son unas 20 fumarolas que emiten vapores del subsuelo.

Es aconsejable ir a primera hora de la mañana para verlas con más claridad. Hay un pequeño sendero de unos 700 metros que, si ha llovido el día anterior, estará lleno de barro. A nosotros no nos encantó pero pilla de paso para ver las cuevas y además ¡es gratis!
6. Monte do Brasil.
En una pequeña península junto a la ciudad de Angra do Heroísmo se levanta este antiguo volcán, el Monte do Brasil. Con una posición estupenda para poner unos cañones, además del uso militar que se le ha dado desde hace siglos, es también un estupendo mirador. Tiene varios picos y a todos se puede llegar en coche, pero si te apetece un paseo, también tiene varios senderos bien delimitados.

Nosotros subimos el coche hasta el pico que tiene una cruz, desde donde tienes unas vistas estupendas de la ciudad y el puerto. Luego bajamos en coche hasta el cruce con los otros tres picos y fuimos andando. Hay gente que lo hace desde abajo, pero son varios kilómetros y, en nuestra opinión, no merece la pena.
Para los que viajen a Azores con niños, en la zona hay ciervos, gallos y otros animales. Y para los que viajen solos o en pareja… unos atardeceres muy románticos 😉
7. Praia da Vitoria.
Es la segunda ciudad de la isla y una buena opción para buscar tu alojamiento en Terceria, de hecho, fue donde nos quedamos nosotros. Y es que Praia da Vitoria cuenta con la única playa grande de la isla, justo al lado de un pequeño puerto deportivo.

Su casco histórico bien merece un paseo, con edificios como la Iglesia del Santo Cristo das Miresicordias, pintada de blanco y azul o La Iglesia de la Santa Cruz, de amarillo y blanco. También puedes subir al mirador do Facho, y ver la ciudad desde las alturas.
8. Piscinas naturales.
Si bien playa, lo que se dice playa, solo la encuentras en Praia da Vitoria, para darse un chapuzón también hay un par de piscinas naturales. Una de ellas son las Escaleiras de Latjes, cerca del aeropuerto, a la que puedes bajar a través de unas escaleras. Pero las más famosas son las piscinas naturales de Biscoitos, cuyas aguas cristalinas las hacen estupendas para llevarte el snorkel.
9. Biscoitos.
Y los amantes del vino, además de darse un chapuzón en las piscinas naturales, no pueden dejar de visitar el pueblo de Biscoitos. Entre estas rocas volcánicas crecen unas uvas que le dan al vino un sabor muy peculiar.

También hay un Museo del Vino, donde se pueden ver las herramientas que utilizan los viticultores y, lo mejor de todo, probar el producto de tanto trabajo.
Horario: 13:30 a 16:00 (domingo y lunes cerrado)
Precio: Gratis.
10. Los mejores miradores que ver en Terceira.
Para tener una buena panorámica Terceira cuenta con varios miradores muy chulos, los que más nos gustaron a nosotros fueron el mirador de Ponta do Queimado al que se puede llegar en coche y desde donde se ve la isla de la Graciosa, si el día está despejado.
Y el mirador de Serra do Cume, desde donde está hecha la siguiente foto.

11. Senderismo por Terceira.
Azores es una joya tanto para los amantes del senderismo como los que quieren empezar a darle a las piernas. Hay rutas bien señalizadas con un amplio abanico de niveles de dificultad y las tienes todas en esta web. Nosotros hicimos varias, pero las dos que más nos gustaron fueron:
La de Baías da Agualva, (3.8 km, unas 2 horas) que va a dar a la Ponta do Misterio con unas vistas impresionantes de los acantilados.
Y la de Misterios Negros (4.9 km, 2 horas y media) en la que tienes la opción de subir al Pico Gaspar, para por una zona de auténtica jungla para dar a parar a unas lagunas. Es más dura que la anterior, pero el esfuerzo merece la pena.
12. Puerto de Sao Mateus da Calheta.
En un pequeño grupo de islas en medio del océano está claro cual ha sido, por tradición, uno de sus principales medios de subsistencia: La pesca. Un buen lugar para verlo es el pequeño puerto de San Mateus da Calheta, a menos de 10 minutos en coche de Angra do Heroísmo. Caminar por su paseo marítimo o sentarse a ver las pequeñas embarcaciones entrando y saliendo del puerto es una actividad de lo más relajante.
13. Fiestas del Espíritu Santo.
Una de las tradiciones más características de las Islas Azores son las Fiestas del Espíritu Santo. Se viven con gran devoción y tienen su origen en los primeros colonos de las islas, que invocaban al Espíritu Santo para que les ayudara con las inclemencias naturales que se viven por esta parte del mundo.
Hoy en día siguen siendo muy populares, especialmente en la Isla de Terceira. Se celebran entre mayo y septiembre y giran en torno a los “Imperios”: Unas capillas super decoradas y coloridas que no te pasaran desapercibidas cuando camines por sus calles.
14. Disfruta de su gastronomía.
Una de las formas de conocer un país (y de mis favoritas) es mediante la cocina. Con un clima que le permite alimentar ganado sin problema y rodeados por el mar, tanto la carne como el pescado son de muy buena calidad. Os dejo un par de sitios especialmente buenos:
Restaurante Beira Mar Sao Mateus – Uno de los más recomendados de la isla, especialmente por sus pescados. Está cerca de Anga do Heroísmo, es muy conocido y, por lo general, hay que reservar mesa. Este es su menú (está en portugués e inglés)
Restaurante Caneta – Una parada típica para los amantes de la carne, donde probar las Alcatras de Ternera, un guiso con pimiento, cebolla, ajo y vino. Un clásico de la Isla de Terceria. Os dejo también el menú.
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15. Otras excursiones por Terceira.
Nosotros solo hicimos el avistamiento de ballenas y defines, pero hay otras que también deben estar muy chulas, como estas: